Navegando hacia el Product Market Fit
Estrategias y desafíos en emprendimientos corporativos y productos digitales
En un viaje está plagado de desafíos, incertidumbres y una constante carrera contra el tiempo, encontrar el Product Market Fit (PMF) representa el oro al final de arcoiris que todo producto anhela alcanzar. Comparto algunas ideas de esta etapa tan crucial, desde la preparación inicial hasta las estrategias concretas para alcanzar el éxito en este complejo e incierto camino.
Preparación y Despliegue del Producto Mínimo Viable (MVP)
Para iniciar este viaje, nos sumergimos en la fase de despliegue del Producto Mínimo Viable (MVP), el cual encapsula la esencia de nuestra propuesta de valor y los rasgos distintivos que hemos identificado en la fase de Problem-Solution Fit (PSF). Esta etapa previa indica que hemos logrado definir con claridad cuál es nuestra propuesta de valor única y cuál es la versión mínima del producto que necesitamos construir para empezar a ofrecer esa propuesta de valor al mercado. Es esencial destacar que este proceso requiere una cuidadosa planificación y una comprensión profunda de las necesidades y deseos del mercado objetivo. Es validar si el problema que queremos resolver es realmente un problema y que la solución que hemos identificado, realmente resuelve el problema. Es muy común que nos gane la emoción del momento y terminamos tomando decisiones en esa etapa que nos gustan, pero no necesariamente son relevantes para el mercado. Por lo tanto, cada característica incluida en el MVP debe ser deliberada y estratégicamente seleccionada para maximizar su impacto y relevancia.
Desafíos y Estrategias en la Etapa de Búsqueda del PMF
La transición a la etapa de PMF representa un hito crítico en el viaje emprendedor de todo producto. Sin embargo, esta fase no está exenta de desafíos significativos. En esta etapa, nos enfrentamos a una carrera contra el tiempo, donde los recursos son limitados y las expectativas de los líderes y los inversores son cada vez más altas, porque pasamos de la mentalidad proyecto a la mentalidad producto. Cuando pasamos a mentalidad producto, la expectativa por generación de valor es inmediata.
El equipo se encuentra bajo presión para entregar resultados rápidos y tangibles, lo que puede generar tensiones y distracciones de múltiples frentes de la organización. Todos tienen una opinión. Por lo tanto, uno de los principales retos en esta etapa es manejar expectativas, comunicar de manera efectiva la visión y los objetivos del proyecto, y mantener a todos los miembros del equipo enfocados en la tarea de lograr progreso y resultados tangibles.
El despliegue del MVP lo más pronto posible se convierte en un objetivo prioritario. No sólo porque a mayor retraso, menos recursos disponibles, sino también porque la ansiedad de los líderes incrementa con el tiempo. El plan de salida del MVP, con fechas e hitos concretos ejecutadas por el equipo, solo ayuda a alinear a los stakeholders, sino que también motiva al equipo a llevar el producto al mercado lo antes posible.
Estrategias para Alcanzar el PMF y más allá
No existe una fórmula mágica que determine PMF, pero si podemos determinar ciertos indicadores de usuario, negocio y de la operación que nos ayuden a alinear a todos hacia un mismo objetivo.
Una vez que el MVP está en marcha, la atención se centra en la evaluación del progreso hacia el PMF y la iteración continua del producto. Durante esta etapa, nos concentramos en la recopilación y análisis de métricas clave que nos ayuden a determinar si estamos (1) entregando el valor planeado,(2) estamos llegando al usuario correcto y (3) nuestro modelo de negocio es viable y escalable. Esto ayudará a determinar si ya podemos inyectar gasolina en el nivel más alto del funnel para empezar a traer volumen.
Traer mucho volumen de tráfico en etapas muy tempranas donde el PMF aún no ha sido alcanzado puede engañarnos, creer que vamos bien, pero finalmente caerse todo cuando agotemos el presupuesto del top funnel.
Por ello, es esencial adaptar nuestras estrategias y tácticas en función de la retroalimentación del mercado y los datos recopilados, con el objetivo de optimizar continuamente el producto y acercarnos al PMF.
Al inicio los indicadores serán muy sensibles, subirán y bajarán con las iteraciones y es normal, es parte del proceso de aprendizaje. Con cada iteración, se irá optimizando el producto hasta encontrar una fórmula de producto que funciona.
Mini hoja de ruta para PMF:
Mapear 3 o 4 indicadores operativos clave que definen el éxito del producto (usualmente de comportamiento de uso, de la operativa del producto, que en consecuencia tendrán impacto de negocio)
Priorizar las iteraciones del producto para mover (aún más) los indicadores definidos. Con recursos limitados, la priorización es clave.
En paralelo, complementar con un una encuesta de PMF para levantar dolores, perfilar clientes y seguir mejorando el producto.
¿Cómo te sentirías si [PRODUCTO] dejara de existir? El objetivo de esta encuesta no es la métrica, sino el por qué de las respuestas. (más info en pmfsurvey.com)
Comunicar avances a la interna todo el tiempo, a líderes, compañeros, equipo de trabajo, para manejar ansiedades y expectativas.
A medida que las métricas operativas se vayan moviendo en la dirección correcta, también debemos empezar a mover las métricas de negocio, e ir subiendo el volumen para (1) hacer pruebas de stress del producto (2) probar algunos mensajes y canales que atraigan al usuario correcto y (3) subir el impacto a las métricas de negocio, hacia un modelo de negocio atractivo, repetible y escalable que nos permita alcanzar el éxito a largo plazo.
En resumen, la búsqueda del PMF es un proceso continuo y dinámico que requiere un enfoque disciplinado, una mentalidad de aprendizaje constante y una adaptabilidad para enfrentar los desafíos y aprovechar las oportunidades que surjan en este viaje tan incierto pero con mucha retribución al final del camino. Y si no se logra, toca aprender y volver a empezar.