Contar una historia o hacer una presentación que impacte a la audiencia no es fácil. Inclusive hay cursos que te enseñan a crear historias, estructurar tu forma de pensar e inclusive cómo hablar. En estas líneas comparto 10 aprendizajes sobre cómo abordar una historia, pensando en cómo hacer un pitch o propuesta a tu jefe, a tus colegas o a tus amigos, de lo que sea.
1. Imagina un mundo diferente
Si quieres convencer a alguien de algo nuevo, tienes que ayudarlos a imaginar como sería este nuevo mundo, más allá de tu idea. Describe un estado futuro que conecte emocionalmente con las personas y empiecen a visualizar la experiencia posible de un nuevo escenario. Llévalos del plano analítico y lógico a uno donde vean y crean, que abran su mente a la posibilidad… Hasta las personas más racionales y analíticas tienen sueños y pensamientos, llévalos con tu historia hacia el mundo que tu te estás imaginando, llévalos a soñar en este nuevo mundo. No cuentes tu idea, cuenta el mundo alrededor del beneficio de tu idea. La historia del whisky Johnnie Walker es el mejor ejemplo de imaginar un mundo diferente y entender el valor de un producto que a simple vista puede sentirse transaccional:
2. Una idea, un mensaje
¿Cuál es el mensaje principal que quieres transmitir detrás de toda tu historia? Antes de construir tu historia, ten claro esas dos o tres cosas que son claves para transmitir tu mensaje y quieres que tu audiencia recuerde luego de tu presentación.
Es dificil leer audiencias y entender el contexto de cada individuo. Es posible que no te escuchen en todo momento o no entiendan el detalle, pero si a lo largo de tu historia repites directa o indirectamente esas dos o tres cosas que quieres que se lleven, será mucho más probable que ese sea el mensaje que entiendan despues de todo.
Puedes tener muchas ideas, pero tu historia será más clara y tendrá más impacto si lo enfocas en esa GRAN idea o mensaje.
3. Muéstrate vulnerable (y humano)
Que la audiencia sepa porqué te has involucrado con este tema o cómo empezó todo… ¿Cuál es la historia real detrás de todo lo que estás contando?
Conecta con emociones de la audiencia: hazlos reír, hazlos llorar pero sin forzar la situación. No es contar un chiste o compartir una tragedia, es tan simple como ser tu mismo y compartir tus pasiones, sueños, miedos personales.
Si hablas desde tu corazón, contando victorias y derrotas que te llevaron a esta historia que estás contando, la audiencia notará que eres un humano como ellos y sentirán más empatía contigo y tu historia.
Los elevator pitches son ejemplos concretos de cómo contar una historia simple, directa y personal que conecta con la audiencia:
Empatiza con la audiencia
¿Sabes a quién le vas a contar tu historia? Gran parte de contar una buena historia es entender quién es tu audiencia, qué les interesa a nivel personal (o negocios) para que puedas incorporar elementos que hagan click y capturen su atención. ¿Qué crees que la audiencia necesita escuchar para que tu historia sea relevante? El siguiente video es el ejemplo perfecto:
5. Usa palabras simples
Evita palabras complejas, jerga o abreviaciones (a menos que lo expliques, pero eso te quitará tiempo). Siempre busca que lo complicado sea simple, no trates de sorprender intelectualmente y no hables de manera abstracta. No sólo vas a perder a tu audiencia porque no te van a entender sino también puedes generar antipatía por querer proyectar una imagen de superioridad (ver punto 3 arriba).
Si de todas maneras tu historia tiene elementos complejos, explícalo con ejemplos (ver video anterior). Una pregunta muy común que ayuda a entender cómo simplificar una historia es ¿Cómo se lo contaría mi abuela o a un niño de 5 años? Mientras más específico puedas ser con tu historia, será más fácil que tu audiencia te endienda.
6. No vendas
NO es un pitch de ventas
NO es una presentación de portafolio
NO es una presentación corporativa
Léelo otra vez. Estás contando una historia. Quieres que la audiencia conecte contigo.
7. Prototipa tu historia
Crea un borrador y cuéntalo de varias maneras a personas distintas, para ver qué versión está conectando mejor y empieza a repetir esa mejor versión con mejoras cada vez que lo cuentas.
¡Cuéntaselo a un extraño! Recoge sugerencias y comentarios. El mejor feedback que vas a recibir es de alguien que te conoce poco y tiene una conexión emocional casi nula contigo. Es decir, un extraño!
Y si tu historia no funciona ¡Créalo de nuevo! Mejor en tus pruebas que en el momento de la verdad y ya no tengas una segunda oportunidad.
Cada vez que cuentas tu historia te vuelves mejor en ella y escucharás comentarios que harán tu punto más fuerte y claro en cada revisión. Inclusive, tu mismo empezarás a ganar confianza en tu historia y terminarás improvisando sobre la marcha, en base a tu script original, mejorando cada vez más.
8. La prueba del bar
Este es mi aprendizaje favorito. ¿Cómo contarías tu historia en un bar a tus amigos? Cuando uno está en un ambiente de confianza, se relaja y deja lucir el verdadero ser, el que conversa en las reuniones familiares, el que cuenta chistes con sus amigos y pasa un buen rato. Si tu historia pasa la prueba del bar, entonces estás en el camino correcto!
Si sólo tuvieras servilletas para contarlo, ¿Cómo cambiaría tu historia? En un bar, usas lenguaje directo, te aseguras que sea entretenido y las personas estén enganchadas con tu historia. No das muchos datos duros y no usas lenguaje corporativo.
Todos somos buenos contando historias, pero a veces lo olvidamos en el trabajo.
9. El tiempo es todo
Cuando uno está presentando ante una audiencia, el tiempo parece ir más rápido de lo que uno cree. Tómate tu tiempo.
No corras al hablar, habla pausado y siempre, SIEMPRE deja espacio para preguntas y respuestas (donde aplique).
Para manejar bien el tiempo disponible para compartir tu historia, el siguiente punto es la clave del éxito:
10. Practica, practica, practica
Haz lo que sea cómodo para ti, pero asegúrate que sea un ensayo en VIVO y no una lectura simple.
Practica en voz alta por lo menos 3 veces, pero mientras más puedas hacerlo y frente a otras personas, mejor. Inicialmente tú solo/a leyendo tus notas, luego frente a un espejo para entender tus movimientos y finalmente empieza a practicar frente a otras personas. Ganarás mucha confianza y evitarás la tentación de leer tus notas… ¡No leas tus notas! Esto transmite poca preparación, inseguridad y puede afectar el delivery de tu historia.
Finalmente, tú eres el experto de tu presentación. Si al final no lograste decir todo lo que querías decir, nadie se dará cuenta! Recuerda los puntos anteriores, sobre todo el punto 2 arriba. Si tu lo tienes claro, lo terminarás interiorizando y podrás contar tu historia en tus propias palabras, no como un discurso. Si lees, harás que todo lo demás sea menos interesante y será más difícil conectar con tu audiencia.
Baking Ventures Newsletter
Un newsletter por Juan Pablo Florez sobre product management, product-led growth y cómo navegar escenarios de alta incertidumbre en el desarrollo de nuevas oportunidades y nuevos negocios.
Juan Pablo trabaja con las empresas de Intercorp para desarrollar y escalar productos digitales. Previamente lideró múltiples emprendimientos corporativos en Interbank y antes estuvo en Samsung HQ, en Corea del Sur, liderando proyectos de estrategia global y marketing digital.
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Juan Pablo